Visitar el Jardín de los Naranjos, la Colina del Aventino, el Ojo de la Cerradura y la Bocca della Verità



AVENTINO, EL OJO DE LA CERRADURA Y JARDIN DE LOS NARANJOS

La Colina del Aventino es uno de los lugares más lindos de Roma. Sus casas entremezcladas con calles adoquinadas de caprichoso andar, marcan el rumbo. Las vistas a lo lejos, delimitan el horizonte. Y la emoción de ver aquí y allá, nos marca un poco cuando le dedicamos tiempo a recorrerla.

En el punto más alto, la Plaza de los Caballeros de Malta invita a la indiscreción.

Un portón cerrado y un hueco en una cerradura por donde se filtra una espectacular y llamativa vista de la cúpula de la Basílica de San Pedro a lo lejos.

El Vaticano emerge entre el marco perfecto de una vegetación podada casi especialmente. Una imagen escenográfica perfecta.

El portón, siempre cerrado, confiere la entrada a la Villa del Priorato dell’Ordine dei Cavalieri di Malta. Aquí habita la embajada del Gran Priorato ante Italia y ante la Santa Sede, también la Iglesia Santa Maria del Priorato.

Este Gran Priorato conserva en la capital italiana su especial representación diplomática, mientras que sus caballeros fueron expulsados a Malta en 1798 por Napoleon.

Llegar hasta el Aventino invita mucho más que solo a una entrometida mirada. Nos empuja a recorrer sus calles, a sentarnos en la Piazza San Anselmo y perder la mirada por Vía di S Domenico. A dejarnos llevar por el Jardín histórico de San Alessio y en plena Piazza Pietro D’Illiria sorprendernos con la Fontana del Mascherone di Santa Sabina. Allí, junto al Jardín de los Naranjos, las vistas y la música.

Un jardín en lo alto de la colina que nos envuelve con panorámicas espectaculares, el aroma de los naranjos y el sonido de la música que siempre suena. La subida por el Clivo di Rocca Savella es lo que te recomiendo y la bajada por la Salita delle pendici dell’Aventino, unas escalinatas con vistas y atención: horarios de uso habilitados.

Te recomiendo dedicarle tiempo a este recorrido. Respirar el aire propio del barrio, andar sus calles sin prisa. Roma está ahí, lo vas a ver.


LA BOCCA DELLA VERITÀ

La Boca de la Verdad se encuentra en el ingreso a la Iglesia Santa Maria in Cosmedin. A pocos pasos de la subida al Aventino y frente al Circo Massimo.

Un disco de mármol en relieve con la figura de una cara nos da la bienvenida. Con orificio en su boca, cuenta la leyenda que está abierta y se cierra cuando alguien que miente pone su mano dentro.

Hay varias teorías históricas sobre su origen. Alguna habla de que funcionaba como tapa de drenaje del Oculo del Templo de Hercules (similar al del Panteón), otra como drenaje de sangre del altar de sacrificios de ese mismo templo. Por otra parte en la Edad Media se la usaba (creyendo en la leyenda) para juicios de adulterio, siempre contra las mujeres señaladas. Debían jurar que decían la verdad, mientras del otro lado un verdugo aguardaba para cortar la mano de quién fuera culpable.

La Boca de la Verdad se llevó al cine y se hizo famosa en los tiempos más actuales por una escena de la película Vacaciones en Roma, de 1953, protagonizada por Audrey Hepburn y Gregory Peck.

Personalmente es un sitio al que no le encuentro mayor interés. Absolutamente prescindible.



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